2 de mayo de 2021.
Un año más, tras habérnoslo impedido el confinamiento domiciliario de 2020, volvimos a la calle más de treinta voluntarios, debidamente uniformados de gala, con guantes y -esta vez- mascarillas, para rendir sentido homenaje a los que dieron su vida por España aquella aciaga jornada del 2 de mayo de 1808. Esta vez innovamos depositando una corona de laurel no sólo ante la puerta del Cementerio de la Florida donde descansan los restos de los fusilados por el ejército francés, sino haciendo lo propio ante la capilla del Cristo del Humilladero, en el barrio de Fuencarral, donde se ubica un monumento a los caídos el 2 de mayo y a donde no habíamos tenido la ocasión de acudir anteriormente. Tras una agradable jornada gastronómica al aire libre en el Centro Socio-Cultural Montecarmelo, nos dirigimos a la Villa de Vallecas para hacer una exhibición ante varias docenas de vecinos que se acercaron a ver nuestros uniformes, armas y maniobras, que tuvimos el placer de enseñarles junto a nuestros amigos de la Asociación Fusilieurs-Chausseurs de Madrid.